La agachona patagónica, es similar a una perdiz, que se mimetiza en el ambiente donde habita. Es una residente permanente de la Isla Grande, realizando cortas migraciones entre la zona esteparia y el bosque.
La agachona patagónica, es similar a una perdiz, un poco más grande que la agachona chica (25 a 28 cm), pero a diferencia de esta última, no migra. Presentan un dimorfismo sexual poco marcado donde ambos presentan un plumaje dorsal aperdizado (coloración ocre a pardo), siendo la hembra un poco más oscura; además presentan el vientre blanco con el pecho y garganta aperdizados.
En general, son aves confiadas ante la presencia humana, aunque a nuestro ojo es difícil de encontrar debido a su camuflaje (se mimetizan con el ambiente) y costumbres. Cuando son asustadas, realizan vuelos cortos y zigzagueantes. Por lo general, nidifican por encima de la línea de bosque durante el verano y luego migran a la estepa para pasar el invierno.