120 años de permanencia ininterrumpida en Antártida

El 22 de febrero nuestro país celebra su presencia y establecimiento en el Continente Blanco. Descubrí la historia de los pioneros que ayudaron a desarrollar el Sector Antártico Argentino.

El  1 de abril de 1903 la Expedición Antártica Escocesa de William Speirs Bruce instaló un observatorio meteorológico y magnético en la Isla Laurie, Orcadas del Sur. El 22 de febrero de 1904, Argentina tomó posesión formal de estas instalaciones e inauguró junto al observatorio una estafeta postal. Tiempo después  este lugar se convertiría en la Base Orcadas. Situada en el istmo de Ibarguren, entre las Bahías de Scotia y la Uruguay, es  la base con presencia humana más antigua del continente. Tras la fundación de este primer puesto antártico, a lo largo del siglo 20 nuestro país fue creando nuevas bases y refugios para el desarrollo de investigaciones científicas, afianzando su posición en la zona y brindando apoyo logístico tanto a campañas nacionales como internacionales.

El Sector Antártico Argentino está delimitado por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, y posee una superficie aproximada de 1.461.597 km². Por Ley 23.775, este sector forma parte del territorio de la Provincia de Tierra del Fuego, aunque se encuentra sujeto al régimen del Tratado Antártico, suscripto por Argentina y otros 11 países en 1959. El Tratado Antártico entró en vigencia en Junio de 1961 y establece que la Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos y de cooperación científica, prohibiéndose todo tipo de actividad militar.

En la actualidad Argentina cuenta con 13 bases antárticas. Siete de ellas están habitadas permanentemente: Carlini, Orcadas, Petrel, Esperanza, Marambio, San Martín y Belgrano II. Las seis bases restantes, Brown, Primavera, Decepción, Melchior, Matienzo y Cámara, sólo operan durante la temporada de verano. En estas bases habitan personal militar y civil, quienes llevan a cabo tareas de investigación científica en el campo de la meteorología, biología, geología y paleontología. El abastecimiento de estas bases se lleva a cabo a través de las Campañas Antárticas que realiza la Armada Argentina.

Ushuaia, por su cercanía a la península antártica, se ha posicionado como el puerto principal desde donde parten tanto los buques de logística, como el rompehielos A.R.A Almirante Irízar, y los cruceros y embarcaciones de turismo. Todos los veranos, desde noviembre a marzo, visitantes de todo el mundo realizan estos viajes, que tienen una duración de entre  12 y 20 días. El detalle de los diferentes itinerarios turísticos puede consultarse aquí.

Exploradores antárticos 

Frente a la costa de Ushuaia, junto al puerto, el Paseo de los Exploradores Antárticos recuerda a los pioneros nacionales y extranjeros que se aventuraron al Continente Blanco, con una serie de bustos que miran hacia la bahía. El interés por la exploración del Polo Sur dio origen a famosas expediciones internacionales como la comandada por el noruego Roald Amundsen en 1911, y la del británico Ernest Shackleton en 1914. Durante las primeras décadas del siglo 20, Argentina también participó en la exploración antártica enviando personal militar y realizando sus propias campañas expedicionarias, tanto por mar como por aire. Los eventos más destacados de esta época son los siguientes:

1901. Expedición Antártica Sueca de Otto Nordenskjöld

El Alférez de Navío José María Sobral fue el primer argentino que llegó a la Antártida en carácter oficial como representante del país, al participar de esta misión científica a bordo del barco “Antarctic”. Su estadía en Antártida se prolongó por dos años, debido a que esta embarcación, que debía llevarlos de regreso,  quedó aprisionada por el hielo y terminó hundiéndose.

1903. Misión de rescate de la expedición sueca por parte de la Armada Argentina

En octubre de 1903, la corbeta A.R.A Uruguay al mando del Teniente de Navío Julián Irizar zarpó de Buenos Aires rumbo a la Antártida en una misión de rescate sin precedentes. El objetivo era auxiliar a los miembros de la expedición sueca y al Alférez Sobral, quienes se hallaban varados en la isla Snow Hill, cerca de la actual Base Marambio, a causa del naufragio del Antarctic. Luego de rescatar a los hombres, la corbeta emprendió el regreso soportando fuertes temporales que causaron graves daños en su estructura. Sin embargo, gracias a la pericia y la habilidad del Teniente Irizar, el  A.R.A Uruguay consiguió llegar hasta Santa Cruz. Una vez en Buenos Aires, toda la tripulación fue recibida con honores. Esta misión de rescate fue considerada una hazaña a nivel mundial y marcó el inicio de la actividad de Argentina en el continente antártico. El rompehielos de la Armada “Almirante Irízar” fue bautizado en honor a este reconocido marinero.

1904. Inauguración del  Observatorio Meteorológico en las Islas Orcadas del Sur.  El 22 de febrero Argentina tomó posesión de este lugar. Entre los miembros de aquella primera dotación se encontraba el joven voluntario Hugo Acuña, estafetero postal cuyo diario es una de las primeras obras de la literatura antártica argentina.

1923. Expedición científica con el buque ARA “Guardia Nacional”. 

Al mando del Capitán de Fragata Ricardo Vago, esta expedición llevó a bordo profesionales del Museo Argentino de Ciencias Naturales.

1941/1942. Primer vuelo de una aeronave argentina en la Antártida

Durante la expedición con el transporte ARA “1˚ de Mayo”, bajo el mando del Capitán de Fragata Alberto Oddera, que exploró el frente occidental de la Península y sus archipiélagos adyacentes, se realizó un vuelo con un hidroavión Stearman 76 D-1 que operó desde esta embarcación en la isla Decepción.

1951. Primer Expedición Científica Argentina y Primera operación de la Fuerza Aérea

Luego de una larga y peligrosa travesía, la expedición comandada por el Coronel Hernán Pujato arribó a Bahía Margarita, entre la isla Belgrano y la costa oeste de la Península Antártica, debajo del Círculo Polar Antártico. En esta zona, en el islote Barry, se erigió la Base San Martín, la primer Estación Científica Continental Argentina. En diciembre del mismo año, el Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, al mando de un avión bombardero Avro Lincoln 694 denominado Cruz del Sur, sobrevoló la bahía Margarita en el sector noroeste de la península Antártica, efectuando lanzamientos de carga en la Base General San Martín, en cumplimiento de la operación Enlace. La Base Antártica Conjunta Marambio, fundada en 1969,  fue bautizada en su honor.

1962/1965. Patrulla Invernal y “Operación 90”
En 1962, el Mayor Gustavo Giró Tapper comandó la “Patrulla Invernal” que unió la Base Esperanza con la Base San Martín, cruzando la cordillera de la Península Antártica. Luego, en el año 1965, llegó al Polo Sur en la Primera Expedición Terrestre Argentina, denominada “Operación 90”.

1965. Primer vuelo Transpolar Transcontinental 

Otro hito en la historia de la aviación argentina fue realizado por el Vicecomodoro Mario Luis OLEZZA, quien en noviembre de 1965 logró ejecutar el primer vuelo transpolar transcontinental al mando de un avión bimotor Douglas C-47 denominado “El Montañés”.

120 años de permanencia ininterrumpida en Antártida

El 22 de febrero nuestro país celebra su presencia y establecimiento en el Continente Blanco. Descubrí la historia de los pioneros que ayudaron a desarrollar el Sector Antártico Argentino.

El  1 de abril de 1903 la Expedición Antártica Escocesa de William Speirs Bruce instaló un observatorio meteorológico y magnético en la Isla Laurie, Orcadas del Sur. El 22 de febrero de 1904, Argentina tomó posesión formal de estas instalaciones e inauguró junto al observatorio una estafeta postal. Tiempo después  este lugar se convertiría en la Base Orcadas. Situada en el istmo de Ibarguren, entre las Bahías de Scotia y la Uruguay, es  la base con presencia humana más antigua del continente. Tras la fundación de este primer puesto antártico, a lo largo del siglo 20 nuestro país fue creando nuevas bases y refugios para el desarrollo de investigaciones científicas, afianzando su posición en la zona y brindando apoyo logístico tanto a campañas nacionales como internacionales.

El Sector Antártico Argentino está delimitado por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, y posee una superficie aproximada de 1.461.597 km². Por Ley 23.775, este sector forma parte del territorio de la Provincia de Tierra del Fuego, aunque se encuentra sujeto al régimen del Tratado Antártico, suscripto por Argentina y otros 11 países en 1959. El Tratado Antártico entró en vigencia en Junio de 1961 y establece que la Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos y de cooperación científica, prohibiéndose todo tipo de actividad militar.

En la actualidad Argentina cuenta con 13 bases antárticas. Siete de ellas están habitadas permanentemente: Carlini, Orcadas, Petrel, Esperanza, Marambio, San Martín y Belgrano II. Las seis bases restantes, Brown, Primavera, Decepción, Melchior, Matienzo y Cámara, sólo operan durante la temporada de verano. En estas bases habitan personal militar y civil, quienes llevan a cabo tareas de investigación científica en el campo de la meteorología, biología, geología y paleontología. El abastecimiento de estas bases se lleva a cabo a través de las Campañas Antárticas que realiza la Armada Argentina.

Ushuaia, por su cercanía a la península antártica, se ha posicionado como el puerto principal desde donde parten tanto los buques de logística, como el rompehielos A.R.A Almirante Irízar, y los cruceros y embarcaciones de turismo. Todos los veranos, desde noviembre a marzo, visitantes de todo el mundo realizan estos viajes, que tienen una duración de entre  12 y 20 días. El detalle de los diferentes itinerarios turísticos puede consultarse aquí.

Exploradores antárticos 

Frente a la costa de Ushuaia, junto al puerto, el Paseo de los Exploradores Antárticos recuerda a los pioneros nacionales y extranjeros que se aventuraron al Continente Blanco, con una serie de bustos que miran hacia la bahía. El interés por la exploración del Polo Sur dio origen a famosas expediciones internacionales como la comandada por el noruego Roald Amundsen en 1911, y la del británico Ernest Shackleton en 1914. Durante las primeras décadas del siglo 20, Argentina también participó en la exploración antártica enviando personal militar y realizando sus propias campañas expedicionarias, tanto por mar como por aire. Los eventos más destacados de esta época son los siguientes:

1901. Expedición Antártica Sueca de Otto Nordenskjöld

El Alférez de Navío José María Sobral fue el primer argentino que llegó a la Antártida en carácter oficial como representante del país, al participar de esta misión científica a bordo del barco “Antarctic”. Su estadía en Antártida se prolongó por dos años, debido a que esta embarcación, que debía llevarlos de regreso,  quedó aprisionada por el hielo y terminó hundiéndose.

1903. Misión de rescate de la expedición sueca por parte de la Armada Argentina

En octubre de 1903, la corbeta A.R.A Uruguay al mando del Teniente de Navío Julián Irizar zarpó de Buenos Aires rumbo a la Antártida en una misión de rescate sin precedentes. El objetivo era auxiliar a los miembros de la expedición sueca y al Alférez Sobral, quienes se hallaban varados en la isla Snow Hill, cerca de la actual Base Marambio, a causa del naufragio del Antarctic. Luego de rescatar a los hombres, la corbeta emprendió el regreso soportando fuertes temporales que causaron graves daños en su estructura. Sin embargo, gracias a la pericia y la habilidad del Teniente Irizar, el  A.R.A Uruguay consiguió llegar hasta Santa Cruz. Una vez en Buenos Aires, toda la tripulación fue recibida con honores. Esta misión de rescate fue considerada una hazaña a nivel mundial y marcó el inicio de la actividad de Argentina en el continente antártico. El rompehielos de la Armada “Almirante Irízar” fue bautizado en honor a este reconocido marinero.

1904. Inauguración del  Observatorio Meteorológico en las Islas Orcadas del Sur.  El 22 de febrero Argentina tomó posesión de este lugar. Entre los miembros de aquella primera dotación se encontraba el joven voluntario Hugo Acuña, estafetero postal cuyo diario es una de las primeras obras de la literatura antártica argentina.

1923. Expedición científica con el buque ARA “Guardia Nacional”. 

Al mando del Capitán de Fragata Ricardo Vago, esta expedición llevó a bordo profesionales del Museo Argentino de Ciencias Naturales.

1941/1942. Primer vuelo de una aeronave argentina en la Antártida

Durante la expedición con el transporte ARA “1˚ de Mayo”, bajo el mando del Capitán de Fragata Alberto Oddera, que exploró el frente occidental de la Península y sus archipiélagos adyacentes, se realizó un vuelo con un hidroavión Stearman 76 D-1 que operó desde esta embarcación en la isla Decepción.

1951. Primer Expedición Científica Argentina y Primera operación de la Fuerza Aérea

Luego de una larga y peligrosa travesía, la expedición comandada por el Coronel Hernán Pujato arribó a Bahía Margarita, entre la isla Belgrano y la costa oeste de la Península Antártica, debajo del Círculo Polar Antártico. En esta zona, en el islote Barry, se erigió la Base San Martín, la primer Estación Científica Continental Argentina. En diciembre del mismo año, el Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, al mando de un avión bombardero Avro Lincoln 694 denominado Cruz del Sur, sobrevoló la bahía Margarita en el sector noroeste de la península Antártica, efectuando lanzamientos de carga en la Base General San Martín, en cumplimiento de la operación Enlace. La Base Antártica Conjunta Marambio, fundada en 1969,  fue bautizada en su honor.

1962/1965. Patrulla Invernal y “Operación 90”
En 1962, el Mayor Gustavo Giró Tapper comandó la “Patrulla Invernal” que unió la Base Esperanza con la Base San Martín, cruzando la cordillera de la Península Antártica. Luego, en el año 1965, llegó al Polo Sur en la Primera Expedición Terrestre Argentina, denominada “Operación 90”.

1965. Primer vuelo Transpolar Transcontinental 

Otro hito en la historia de la aviación argentina fue realizado por el Vicecomodoro Mario Luis OLEZZA, quien en noviembre de 1965 logró ejecutar el primer vuelo transpolar transcontinental al mando de un avión bimotor Douglas C-47 denominado “El Montañés”.