El clavel es una de las dos especies de plantas vasculares que crece en Antártida.
El clavel antártico se encuentra desde Méjico hasta la Península Antártica cerca de las costas, en áreas donde el hielo no es permanente. Crece formando pequeños cojines o matojos de varios individuos, donde alcanza una altura de cerca de 8 cm. Su estrategia para evitar los daños por congelación consiste en acumular azúcares en elevadas concentraciones, los cuales “”secuestran”” el agua por efecto osmótico evitando que se formen cristales de hielo.”