La foca de Ross es la más rara y difícil de ver ya que es solitaria y prefiere el espeso hielo marino.
La foca de Ross es la más rara y difícil de ver ya que es solitaria y prefiere el espeso hielo marino. Se reconocen por la forma redondeada de la cara, ya que el hocico y la boca no se extienden más allá de la cara. El pelaje es variable, adquiriendo un matiz azulado después de la muda, con llamativas franjas oscuras. Miden alrededor de 2 m y pueden pesar hasta 225 Kg y parecen sin cuello.
Durante los meses de primavera y verano, las focas de Ross a menudo se aventuran hacia aguas abiertas en los témpanos de hielo, sobre todo los que tienen texturas planas y homogéneas. En los meses de invierno, estas focas también viven a veces en las costas de las islas.