24/02/2023
Una de las postales más icónicas de Ushuaia es la que muestra al Les Eclaireurs, un pequeño faro de piedra rojo y blanco que se alza en medio del Canal Beagle. Para llegar hasta allí, sólo se debe contratar una navegación con algún operador turístico o agencia de viaje. Sin embargo, el Eclaireurs no es el único faro que posee la isla. Desde el norte hasta el sur de Tierra del Fuego, existen lugares donde se encuentran emplazados una serie de faros y balizas, algunos de los cuales todavía están en funcionamiento. Estos sitios tienen la particularidad de conjugar las historias de navegantes y naufragios con los paisajes naturales de la provincia, por lo que resultan una excelente opción para visitarlos.
Para conocerlos, te proponemos realizar los siguientes itinerarios.
Baliza Davison en Punta Moat
Transitando por la Ruta Nacional N° 3, debemos tomar la Ruta Provincial J, que conduce a Puerto Almanza, Estancia Harberton y a la Estancia Moat. Este último lugar, distante a 129 kilómetros de Ushuaia, fue fundado por Antonio Isorna en el año 1902. El origen del nombre, de acuerdo a distintas fuentes, pudo deberse a un marinero de alguna de las expediciones del siglo XIX, o a un topónimo descriptivo en idioma inglés (Moat significa "foso"). Esta zona, además de albergar a los pioneros y estancieros, también fue residencia de los últimos Yámanas de la isla durante el siglo XX.
La ruta J, de ripio y ondulante, atraviesa las tierras de la estancia y bordea la costa del Canal Beagle, abriéndose paso entre el bosque nativo y una serie de pequeñas bahías. En una punta rocosa en la Bahía Moat se erige la baliza Davison. Si bien no es un faro propiamente dicho, posee una estructura similar, de unos 6 metros de altura, con restos de pintura blanca y roja y una luz en la cúspide que se encuentra apagada. En esta área, también se encuentra emplazado un Destacamento de la Prefectura Naval.
Faro del Cabo San Pablo
Para llegar al Cabo San Pablo, debemos conducir por la Ruta Nacional N° 3, y luego tomar la Ruta Provincial A, que conduce hacia la costa. En esta zona se encuentra un buque que naufragó en 1985, el Desdémona, y en lo alto de un acantilado, el faro original de piedra, construido en 1945. En 1949, un terremoto inclinó la torre, por lo que se decidió desactivarlo. En 1966 se construyó otro faro, una estructura piramidal amarilla y negra de 6 metros de altura y con un alcance luminoso de 11,2 millas náuticas. Su linterna es alimentada a energía fotovoltaica y actualmente continúa en funcionamiento.
El Cabo San Pablo es reconocido como zona de numerosos naufragios en la historia de Tierra del Fuego.
Faro del Cabo Domingo
Ubicado en el norte de la isla, a pocos kilómetros de la ciudad de Río Grande, se accede a él por la Ruta Nacional N° 3. Situado sobre un acantilado de casi 100 metros de altura, es un punto muy visitado por turistas y locales, debido a las excelentes vistas panorámicas de la costa y el mar Atlántico. El faro de Cabo Domingo fue puesto en servicio el 15 de enero de 1933 por la Armada Argentina y tiene una altura de 6 metros. Su estructura está compuesta de una torre prismática triangular metálica, pintada a franjas horizontales blancas y negras. Actualmente utiliza energía fotovoltaica y posee un alcance óptico de 7,3 millas náuticas.
Otros faros fuera del circuito turístico
Pese a no encontrarse dentro de las áreas accesibles a los visitantes, vale la pena mencionar estos lugares, que forman parte de la historia náutica del territorio sur argentino.
Faro Cabo San Pío
Ubicado en Península Mitre, frente a Isla Nueva, en la zona de entrada al Canal Beagle. Fue puesto en servicio el 22 de marzo de 1919. Su estructura consiste en una torre cónica, de franjas blancas y rojas, la cual posee una altura de 8 metros y un alcance óptico de 9,2 millas. La linterna es alimentada con paneles solares colocados en marzo de 1985. El nombre del cabo alude a la corbeta "San Pío" con la cual el Teniente de Fragata Juan José de Elizalde y Ustáriz realizó en 1790 una expedición a las costas orientales de Tierra del Fuego.
Faro San Juan de Salvamento en Isla de los Estados
El faro de San Juan de Salvamento fue oficialmente encendido el 25 de mayo de 1884. Construido en madera, no poseía torre ya que estaba situado sobre un promontorio a más de 60 metros de altura. El techo era de lona y el interior tenía una cocina a leña y cuatro de las paredes poseían una ventana que despedían luz producida con lámparas de aceite. Esta era la única iluminación del faro y tenía un ángulo aproximado de 90 grados. La dotación de guardafaros estaba compuesta por seis hombres.
El faro de San Juan de Salvamento dejó de operar el 1º de octubre de 1902, cuando se puso en funcionamiento un nuevo faro en Isla Año Nuevo, el cual poseía una mejor ubicación y un equipamiento más moderno. Sin embargo, los numerosos relatos de naufragios y accidentes ocurridos en esta zona hicieron que el faro de Salvamento ganara fama entre los navegantes y exploradores. Algunos historiadores sugieren que las crónicas que dejó Adrien de Gerlache sobre la Isla de los Estados fueron la fuente de inspiración para la novela del escritor francés Julio Verne, "El faro del fin del mundo", publicada en 1905.
En 1998, una réplica del faro original, donada por Francia, fue instalada en San Juan de Salvamento. El mismo se encuentra bajo la jurisdicción y mantenimiento de la Armada Argentina.