Las largas horas de oscuridad invernal crean una atmósfera especial para realizar actividades al aire libre. A unos 20 kilómetros de Ushuaia, la reserva natural Tierra Mayor concentra la mayoría de los centros invernales, en donde no solo se puede esquiar y hacer excursiones sino que también se puede disfrutar de una buena gastronomía. Durante la temporada, actividades como las caminatas con raquetas, los paseos en trineos y en motos de nieve pueden realizarse cuando cae la noche.
A la luz de faroles y con el acompañamiento de un guía, la experiencia de recorrer las sendas nevadas del bosque y el valle es inolvidable. El aire puro se combina con la quietud nocturna, y los sonidos se amplifican cuando el tumulto diario de visitantes ha culminado. Si los cielos están despejados, la luna y las estrellas se verán sobre las siluetas de la Sierra Alvear, la cadena montañosa que atraviesa el valle. Si está nevando, el paseo tendrá ese toque inigualable que brindan los copos cayendo sobre los árboles. La noche culmina con una cena junto a un fogón en los restaurantes de los centros invernales, degustando los mejores platos de la cocina fueguina, como el cordero o la trucha.
Otras experiencias nocturnas incluyen esquí en la zona del Glaciar Martial, y paseos en e-fat bikes, bicicletas especialmente adaptadas para la nieve y el hielo. Todas estas actividades pueden contratarse con agencias y operadores habilitados.
Las largas horas de oscuridad invernal crean una atmósfera especial para realizar actividades al aire libre. A unos 20 kilómetros de Ushuaia, la reserva natural Tierra Mayor concentra la mayoría de los centros invernales, en donde no solo se puede esquiar y hacer excursiones sino que también se puede disfrutar de una buena gastronomía. Durante la temporada, actividades como las caminatas con raquetas, los paseos en trineos y en motos de nieve pueden realizarse cuando cae la noche.
A la luz de faroles y con el acompañamiento de un guía, la experiencia de recorrer las sendas nevadas del bosque y el valle es inolvidable. El aire puro se combina con la quietud nocturna, y los sonidos se amplifican cuando el tumulto diario de visitantes ha culminado. Si los cielos están despejados, la luna y las estrellas se verán sobre las siluetas de la Sierra Alvear, la cadena montañosa que atraviesa el valle. Si está nevando, el paseo tendrá ese toque inigualable que brindan los copos cayendo sobre los árboles. La noche culmina con una cena junto a un fogón en los restaurantes de los centros invernales, degustando los mejores platos de la cocina fueguina, como el cordero o la trucha.
Otras experiencias nocturnas incluyen esquí en la zona del Glaciar Martial, y paseos en e-fat bikes, bicicletas especialmente adaptadas para la nieve y el hielo. Todas estas actividades pueden contratarse con agencias y operadores habilitados.