Es una especie endémica de la Antártida que se desarrolla bajo condiciones muy estresantes.
El líquen negro es endémico del continente blanco. Al tratarse de un líquen crustáceo, forma una fina corteza sobre el sustrato al cual están adheridos. Habita en rocas tanto de la región marina como continental (principalmente en la zona de los valles secos), que ocurren a latitudes de los 84º y a más de 2000 msnm. Las bajas temperaturas, el fuerte y constante viento y los elevados niveles de radiaciones durante el verano, llevan a que el crecimiento sea extremadamente lento, estimándose en 1 cm cada 1000 años.