La rata almizclera es una especie introducida en Tierra del Fuego, siendo considerada una plaga.
La rata almizclera es un roedor que se caracteriza por presentar los dedos de las patas posteriores parcialmente unidos por una membrana interdigital. Su cuerpo mide alrededor de 30 cm de largo pero más de la mitad corresponde a la cola que es desnuda y aplanada lateralmente. Su nombre lo debe a un fuerte olor de almizcle producido por glándulas de la región del perineo.
Es una especie herbívora, procedente del bosque canadiense. Fue introducida en Tierra del Fuego en la misma época que el castor (1946), para el aprovechamiento de la piel y el almizcle, que se usa en la fabricación de perfumes. Los primeros ejemplares fueron liberados en distintos sectores del sur de la isla, desde donde invadieron la mayor parte de la misma.
Habita próximo a cursos de agua como orillas de arroyos, ríos, canales y estanques, con abundante
vegetación, incluida la costa marina. En invierno no hiberna, pero durante la estación fría se retira durante largos períodos de descanso a su madriguera. Provocan importantes disturbios en la estabilidad de las orillas de canales y ríos, además de restar hábitat a alguna especie autóctona. El zorro colorado se ha convertido en su principal predador.